Tras haber asistido a los talleres de Sympatia, me quedo con (…) un enfoque distinto. Aprendí y entendí que para ser una persona con una cultura de seguridad se debe empezar por cuidarse uno mismo, ser empático con los demás, saber escuchar y observar, así cómo también dar legitimidad a las personas, para así (… )hacer crecer la cultura de seguridad.
La experiencia de realizar los talleres de ética y bienestar con Sympatia fue muy reveladora. Yo sabía que había una diferencia entre la persona que quiero ser y cómo las otras personas a mi alrededor me podrían estar percibiendo, pero la forma en que esto fue presentado durante el taller fue muy impactante.
La experiencia con Sympatia ha sido de mucha ayuda para mi y los trabajadores de mi contrato, que han participado en los talleres. Hemos crecido y mejorado como personas tanto en lo laboral como en lo familiar.
En un comienzo llegué con la idea de que sería un curso más pero, a medida que íbamos revisando los contenidos, me fui dando cuenta que estaban apuntando a las mejoras desde la esencia. La experiencia con Sympatia ha servido para encontrarme conmigo.
Los talleres de Sympatia me han dejado un buen sabor. Ha sido un tiempo bien invertido.
El programa de Sympatia ha servido para reforzar y adquirir conocimiento sobre cómo liderar a través de la escucha. Este aprendizaje, me ha permitido encontrar espacios en común que facilitan el acercamiento y posterior trabajo conjunto.
Me pareció excelente el camino recorrido en estos 4 talleres. Lo más relevante fue darme cuenta desde donde digo lo que digo y bajo qué emoción.
De esto ahora soy consciente.
Este curso me enseñó muchas cosas
que no estaban en mi mente, aprendí mucho de los relatores de este programa tops. Sobre todo, en la parte humana.
Tomamos este programa enfocado a revisar nuestro desempeño de liderazgo en seguridad, debido al alto índice de accidentabilidad en nuestras áreas de mantenimiento. En el trascurso del programa este fue adquiriendo una relevancia cada vez más importante (…) lo que hizo que cada jornada se transformara en una adicción muy satisfactoria y nos hiciera esperar con ganas la próxima sesión.
Fue enriquecedor entender que con la conversación vamos conociéndonos y detectando pequeños gestos que afectan al otro. (…) Fue un aprendizaje que me hizo sentir muy aliviada y agradecida.